PROGRESO
por Pastor Luis Escoto
Introducción: Es una gran cosa mejorar en la vida por medio de cosas que queremos hacer y lograr. Queremos tener avances y conocer la diferencia entre un error y lo que se necesita para tener éxito. Dice Pablo a Timoteo en su segunda carta: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad". (2:15).
Progreso es una palabra que se define como un "s. que significa: 1. Adelanto hacia un objetivo o a una etapa superior o mayor en la vida). (WEBSTER’S UNIVERSAL COLLEGE DICTIONARY). En forma personal, es lo que una persona quiere hacer para mejorar en la vida, secular o religiosa.
El tener progreso en cualquier parte de nuestra vida y en la vida de algunas personas algunas veces se refiere a una situación dada. Para otros, progreso es a través de obtener una buena educación. En mi entendimiento, el atravesar por una cierta experiencia ayuda mucho para aclarar una situación que yo puedo pasar, o quizás algo que Usted podría estar atravesando ahora.
Por ejemplo, cuando yo tenía unos seis años de edad tuve una experiencia que me ayudó a entender mis limitaciones. Una parte de mi vida me crié en un pequeño pueblo llamado Superior, al noreste de Arizona. Ahí crecí con los nativos americanos de la Nación Apache. Uno de mis amigos fue Manuel Bendle, todo un veterano de 12 años de edad. Les diré por qué: él me introdujo a masticar tabaco. Manuel me pidió que lo oliera, y olía muy dulce, como caramelo. -"¿Quieres probarlo?" Respondí: -"¡Seguro!" Entonces Manuel me dijo: -"Mastícalo y escúpelo, pero no te lo tragues". Bueno, pues, lo tragué. Aún recuerdo hasta su nombre: “Tabaco para masticar Estrella”. Cuando vio que me lo había tragado, Manuel comenzó a reírse, no a carcajadas, sino tranquilo, guturalmente, como murmurando, y dijo: -"Te dije Louie que no lo tragaras."-, seguido de: -"je, je, ¡te estás poniendo verde!".
¡Yo aprendo así de rápido! Hice algunos progresos en mi vida como joven. Aprendí esto: ¡No te tragues cada cosa que te ofrecen! Como creyentes en Cristo debemos obtener la información o los conocimientos adecuados para avanzar como debiéramos en nuestra vida espiritual. En el ámbito espiritual no hay sustituto para una experiencia basada en la palabra de Dios. Si Usted lee el libro de Proverbios, por ejemplo, le dará muchos sabios consejos o encontrará un aprendizaje rápido, que le ayudará para no cometer demasiados errores.
Así que continuamos progresando en esta conversación, viene a mi recuerdo Roberto. Sus papás fueron abuelos de mi primera esposa. Ellos eran de Texas y se habían trasladado a California años atrás. Bueno, pues, Juan y Ópalo crecieron donde las armas eran de uso común. La gente a veces tenía que cazar para comer. Y Roberto, uno sus hijos, quería aprender cómo desenfundar rápido. Pues bien, lo hizo. ¡Y era rápido! Un día me dijo: -"Louie, puedo desenfundar esta pistola (un arma balanceada de seis cañones, réplica de una Peace Maker) y antes de que puedas aplaudir con tus manos dos veces, voy a colocar el barril entre tus manos." Bueno, pues, ¡lo hizo! Luego de allí, pasó a tratar con una pistola de verdad. Era una antigua pistola del ejército, una Colt de cañón largo. Yo no estaba allí en el momento que él intentó el desenfunde rápido, pero escuché que tuvo que ir al hospital para atenderse del pie que se disparó.
Progresar puede algunas veces ser muy, muy doloroso. Pero no se puede aprender mucho sin pasar por tiempos duros y algunas experiencias difíciles.
Yo he tenido mis tiempos difíciles. He caminado con el Señor durante más de cincuenta años. He aprendido a progresar a pesar de la muerte de las personas que amo. Enterré a mi papá y mi mamá. Dos de mis hermanos murieron de cáncer. Yo oficié en uno de sus funerales. Mi primera esposa murió de cáncer. Mi segunda esposa murió de tumores en la cabeza. Todos fueron grandes personas, y aprendí mucho de ellos. Ellos realmente amaban al Señor. Lo que quiero decir es que perderlos, fue muy doloroso. Pero por todo ello, he progresado. He entendido cómo el Espíritu Santo puede consolar y cómo él puede sanar tu dolor. Aprendí a seguir con mi vida. Que hay un cielo, estoy convencido. Dios me dio a entender que debería apreciar todo lo que he recibido. He aprendido a alabarlo y adorarlo en todo momento. "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca" (Salmos 34:1). Aprendemos cómo servir al Señor lo mejor que podemos.
Como personas que le pertenecen, Dios nos ha llamado a ser edificadores, edificadores de vidas, de naciones, para llevar el Evangelio a muchos. Y Dios se mueve a través de nosotros. Y el movimiento de Dios a través de nosotros puede progresar a medida que escuchamos y somos obedientes a su llamado, en lo que él nos llama a hacer. No todo el mundo puede ir a un país extranjero para ser un misionero; pero como sabemos, podemos apoyar con nuestras finanzas. También podemos ser de ayuda para las personas necesitadas a nuestro
alrededor. Algunos necesitan alimentos, otros necesitan ropa, y otros necesitan un lugar para sobrevivir por el mal tiempo.
Sin embargo, si Usted gana muchas personas para el Señor, ¿dónde va a llevarlos? Algunos de Ustedes son constructores de edificios, de construcciones. Puede que Usted desee construir una nueva instalación para el Señor, donde estas personas puedan vivir y ser entrenados para alguna obra o trabajo.
Cuando construimos los nuevos edificios de la iglesia en el sur de Phoenix, donde mi primera esposa y yo fuimos pioneros como pastores, tomó muchos años y muchos sacrificios de mano de obra y problemas de financiamiento para muchas personas de nuestra iglesia, de otras iglesias y aún para otras personas. Algunas veces al pasar por ahí algunos decidían ayudar. Un techador llegó una vez y nos enseñó cómo poner las tejas en el techo, sólo porque Dios lo puso en su corazón. Dios nos envió electricistas, albañiles, acabadores de pisos, carpinteros… ¡Gratis! La compra de la tierra y la construcción tomó por lo menos 15 años o más para llevarse a cabo. Para pagar el terreno algunos vendieron propiedades, otros hicieron promesas. Fue un sacrificio de amor para nuestro Señor por las personas que lo amaban. No fue fácil seguir adelante después de que mi esposa murió, en el año 19 de nuestro pastorado, y pastorear sólo por otros cuatro años más. Y me tomó un buen tiempo para superar su muerte.
Pero finalmente, el trabajo fue hecho porque Dios dijo que Él lo quería hacer para mostrar su gloria. Y obedecimos. ¡Es así de simple! Paso a paso, Él proveyó las formas y los medios, y la gente para hacerlo. No se trata de cuánta educación o conocimientos tenemos, sino de lo que Dios sabe; y Él lo sabe todo. Cuando Dios habla, Él es fiel para ayudarle a llevarlo a cabo. Debemos aprender de nuestras experiencias con Él y con el conocimiento de su palabra. Y debemos saber la voz y la guía del Espíritu Santo para lograr lo que él nos llama a hacer. Nada es más importante.
Debo tomar un momento para agradecer al Señor por un hombre que Dios usó poderosamente en mi vida en ese tiempo. Usted puede no conocerlo. Crecimos juntos en el mismo barrio. Nunca tuvo mucha educación ya que tenía que trabajar cosechando en las granjas. Cuando llegó a la iglesia buscándome, él necesitaba ser libre del alcohol. Él era tan adicto que llegaba a iglesia borracho. Llegó de esa manera muchas veces pidiendo oración. Un día él se levantó y testificó que estaba sobrio y era salvo, y que ya no era necesaria la oración por su alcoholismo. Dios le dio un ministerio profético… para mí. Él vendría a nuestra casa a diferentes horas después de medianoche para informarme de lo que iba a sucedernos en el futuro cercano. Cuando todo se cumplió, él dijo que ya no tenía que venir nunca más. ¡Ramón Carrasco es uno de los héroes de la fe que tuvimos en nuestra iglesia! Si no hubiera sido por él, yo no estaría vivo. Cuando era sólo un niño, él me salvó de ahogarme en el río Salado. Y cuando él se estaba ahogando en el licor, ¡Dios me usó para salvarlo de ahogarse! ¡Espero que él todavía siga vivo!
De Phoenix fui llamado al noroeste para ser pastor asociado en una iglesia en Seattle, Washington. Allí también fui parte de la organización Hombres de Negocio del Evangelio Completo. A través de ellos, fui sanado del dolor debido a mi primera esposa. Y seguí progresando. Y entonces fui capaz de ministrar a algunos de ellos cuyas esposas habían muerto de modo que ellos podían confiar en el Espíritu Santo que los consolara como lo hizo conmigo. Y durante esos años, muchas palabras proféticas me han sido dadas y algunas se han cumplido. Algunas eran acerca de lo que me sucedió en el pasado, y algunas eran acerca de lo me estaría pasando en el futuro. ¡Es muy conveniente saber a dónde y por qué el Señor te lleva a través de algunas cosas!
Como intérprete, me fui a España y las Islas Canarias con un equipo de Hombres de Negocios del Evangelio Completo. Muchos milagros y sanidades sucedieron allá que era como vivir el libro de Los Hechos. Hubo veces que oramos por 100 o más personas en un sólo servicio en una iglesia. Desde pies planos hasta diferentes tipos de cáncer; del crecimiento de piernas a diversas liberaciones y mucho más, ¡mucha gente fue libre y sanada! Nuestro director Ken Lomax me mantenía a su lado en estos casos para ayudarle a orar por la gente e interpretando para él. Siendo un hombre de oración, ¡Dios lo usó poderosamente! ¡Cómo nos conocimos es una historia en sí misma! Y seguimos siendo amigos y hermanos en Cristo. Fuimos a nueve viajes en equipo a España y las Islas Canarias. En una ocasión, durante una cena con los Hombres de Negocios del Evangelio Completo en la Isla Gran Canaria de las Islas Canarias en España, escuchamos algunos grandes testimonios. Pero uno de ellos se ha fijado en mi memoria sobre cómo se debe ser tenaz y determinado en buscar la dirección del Espíritu Santo. Fue el testimonio de un pescador, dueño de un barco que necesitaba muchas reparaciones. El pertenecía a la iglesia de Paul Yongi Cho de Corea del Sur, y pescaba en las aguas de la costa del este de África. Pero necesitaba un barco más grande… después de un tiempo, ¡lo consiguió! El Señor le dio un lugar para pescar de donde, por las ventas de la pesca que obtuvo, ¡logró reunir el dinero en un tiempo récord de tres meses! El compartió su secreto en una manera que mostraba determinación. Él hizo esto con un simple plan: él tuvo que orar pidiendo un barco para pescar. Costaba $500,000. Su inglés no era muy claro, pero todos entendimos su énfasis cuando él dijo lo que se necesitaba hacer para recibir una respuesta, repitiéndonos muchas veces: “¡Orar! ¡Orar! ¡Orar!”
Cualquier cosa que el Señor Dios le llame a hacer, ¡hágalo con todas sus fuerzas, hasta más no poder!
Mire, Usted puede poner su confianza en el Señor, ¡El no puede mentir! El no es un hombre para mentirnos. ¿Confiará en El hoy con su vida y su alma? ¿Lo obedecerá simple y sinceramente? Oremos mucho, y con determinación, por la visión que Dios ha dado a cada uno de nosotros. Dios, ¡ayúdanos a lograrlo!
En cuanto a mí, a mis 76 años, el Señor todavía continúa trabajando en mí para progresar…
por Pastor Luis Escoto
Introducción: Es una gran cosa mejorar en la vida por medio de cosas que queremos hacer y lograr. Queremos tener avances y conocer la diferencia entre un error y lo que se necesita para tener éxito. Dice Pablo a Timoteo en su segunda carta: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad". (2:15).
Progreso es una palabra que se define como un "s. que significa: 1. Adelanto hacia un objetivo o a una etapa superior o mayor en la vida). (WEBSTER’S UNIVERSAL COLLEGE DICTIONARY). En forma personal, es lo que una persona quiere hacer para mejorar en la vida, secular o religiosa.
El tener progreso en cualquier parte de nuestra vida y en la vida de algunas personas algunas veces se refiere a una situación dada. Para otros, progreso es a través de obtener una buena educación. En mi entendimiento, el atravesar por una cierta experiencia ayuda mucho para aclarar una situación que yo puedo pasar, o quizás algo que Usted podría estar atravesando ahora.
Por ejemplo, cuando yo tenía unos seis años de edad tuve una experiencia que me ayudó a entender mis limitaciones. Una parte de mi vida me crié en un pequeño pueblo llamado Superior, al noreste de Arizona. Ahí crecí con los nativos americanos de la Nación Apache. Uno de mis amigos fue Manuel Bendle, todo un veterano de 12 años de edad. Les diré por qué: él me introdujo a masticar tabaco. Manuel me pidió que lo oliera, y olía muy dulce, como caramelo. -"¿Quieres probarlo?" Respondí: -"¡Seguro!" Entonces Manuel me dijo: -"Mastícalo y escúpelo, pero no te lo tragues". Bueno, pues, lo tragué. Aún recuerdo hasta su nombre: “Tabaco para masticar Estrella”. Cuando vio que me lo había tragado, Manuel comenzó a reírse, no a carcajadas, sino tranquilo, guturalmente, como murmurando, y dijo: -"Te dije Louie que no lo tragaras."-, seguido de: -"je, je, ¡te estás poniendo verde!".
¡Yo aprendo así de rápido! Hice algunos progresos en mi vida como joven. Aprendí esto: ¡No te tragues cada cosa que te ofrecen! Como creyentes en Cristo debemos obtener la información o los conocimientos adecuados para avanzar como debiéramos en nuestra vida espiritual. En el ámbito espiritual no hay sustituto para una experiencia basada en la palabra de Dios. Si Usted lee el libro de Proverbios, por ejemplo, le dará muchos sabios consejos o encontrará un aprendizaje rápido, que le ayudará para no cometer demasiados errores.
Así que continuamos progresando en esta conversación, viene a mi recuerdo Roberto. Sus papás fueron abuelos de mi primera esposa. Ellos eran de Texas y se habían trasladado a California años atrás. Bueno, pues, Juan y Ópalo crecieron donde las armas eran de uso común. La gente a veces tenía que cazar para comer. Y Roberto, uno sus hijos, quería aprender cómo desenfundar rápido. Pues bien, lo hizo. ¡Y era rápido! Un día me dijo: -"Louie, puedo desenfundar esta pistola (un arma balanceada de seis cañones, réplica de una Peace Maker) y antes de que puedas aplaudir con tus manos dos veces, voy a colocar el barril entre tus manos." Bueno, pues, ¡lo hizo! Luego de allí, pasó a tratar con una pistola de verdad. Era una antigua pistola del ejército, una Colt de cañón largo. Yo no estaba allí en el momento que él intentó el desenfunde rápido, pero escuché que tuvo que ir al hospital para atenderse del pie que se disparó.
Progresar puede algunas veces ser muy, muy doloroso. Pero no se puede aprender mucho sin pasar por tiempos duros y algunas experiencias difíciles.
Yo he tenido mis tiempos difíciles. He caminado con el Señor durante más de cincuenta años. He aprendido a progresar a pesar de la muerte de las personas que amo. Enterré a mi papá y mi mamá. Dos de mis hermanos murieron de cáncer. Yo oficié en uno de sus funerales. Mi primera esposa murió de cáncer. Mi segunda esposa murió de tumores en la cabeza. Todos fueron grandes personas, y aprendí mucho de ellos. Ellos realmente amaban al Señor. Lo que quiero decir es que perderlos, fue muy doloroso. Pero por todo ello, he progresado. He entendido cómo el Espíritu Santo puede consolar y cómo él puede sanar tu dolor. Aprendí a seguir con mi vida. Que hay un cielo, estoy convencido. Dios me dio a entender que debería apreciar todo lo que he recibido. He aprendido a alabarlo y adorarlo en todo momento. "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca" (Salmos 34:1). Aprendemos cómo servir al Señor lo mejor que podemos.
Como personas que le pertenecen, Dios nos ha llamado a ser edificadores, edificadores de vidas, de naciones, para llevar el Evangelio a muchos. Y Dios se mueve a través de nosotros. Y el movimiento de Dios a través de nosotros puede progresar a medida que escuchamos y somos obedientes a su llamado, en lo que él nos llama a hacer. No todo el mundo puede ir a un país extranjero para ser un misionero; pero como sabemos, podemos apoyar con nuestras finanzas. También podemos ser de ayuda para las personas necesitadas a nuestro
alrededor. Algunos necesitan alimentos, otros necesitan ropa, y otros necesitan un lugar para sobrevivir por el mal tiempo.
Sin embargo, si Usted gana muchas personas para el Señor, ¿dónde va a llevarlos? Algunos de Ustedes son constructores de edificios, de construcciones. Puede que Usted desee construir una nueva instalación para el Señor, donde estas personas puedan vivir y ser entrenados para alguna obra o trabajo.
Cuando construimos los nuevos edificios de la iglesia en el sur de Phoenix, donde mi primera esposa y yo fuimos pioneros como pastores, tomó muchos años y muchos sacrificios de mano de obra y problemas de financiamiento para muchas personas de nuestra iglesia, de otras iglesias y aún para otras personas. Algunas veces al pasar por ahí algunos decidían ayudar. Un techador llegó una vez y nos enseñó cómo poner las tejas en el techo, sólo porque Dios lo puso en su corazón. Dios nos envió electricistas, albañiles, acabadores de pisos, carpinteros… ¡Gratis! La compra de la tierra y la construcción tomó por lo menos 15 años o más para llevarse a cabo. Para pagar el terreno algunos vendieron propiedades, otros hicieron promesas. Fue un sacrificio de amor para nuestro Señor por las personas que lo amaban. No fue fácil seguir adelante después de que mi esposa murió, en el año 19 de nuestro pastorado, y pastorear sólo por otros cuatro años más. Y me tomó un buen tiempo para superar su muerte.
Pero finalmente, el trabajo fue hecho porque Dios dijo que Él lo quería hacer para mostrar su gloria. Y obedecimos. ¡Es así de simple! Paso a paso, Él proveyó las formas y los medios, y la gente para hacerlo. No se trata de cuánta educación o conocimientos tenemos, sino de lo que Dios sabe; y Él lo sabe todo. Cuando Dios habla, Él es fiel para ayudarle a llevarlo a cabo. Debemos aprender de nuestras experiencias con Él y con el conocimiento de su palabra. Y debemos saber la voz y la guía del Espíritu Santo para lograr lo que él nos llama a hacer. Nada es más importante.
Debo tomar un momento para agradecer al Señor por un hombre que Dios usó poderosamente en mi vida en ese tiempo. Usted puede no conocerlo. Crecimos juntos en el mismo barrio. Nunca tuvo mucha educación ya que tenía que trabajar cosechando en las granjas. Cuando llegó a la iglesia buscándome, él necesitaba ser libre del alcohol. Él era tan adicto que llegaba a iglesia borracho. Llegó de esa manera muchas veces pidiendo oración. Un día él se levantó y testificó que estaba sobrio y era salvo, y que ya no era necesaria la oración por su alcoholismo. Dios le dio un ministerio profético… para mí. Él vendría a nuestra casa a diferentes horas después de medianoche para informarme de lo que iba a sucedernos en el futuro cercano. Cuando todo se cumplió, él dijo que ya no tenía que venir nunca más. ¡Ramón Carrasco es uno de los héroes de la fe que tuvimos en nuestra iglesia! Si no hubiera sido por él, yo no estaría vivo. Cuando era sólo un niño, él me salvó de ahogarme en el río Salado. Y cuando él se estaba ahogando en el licor, ¡Dios me usó para salvarlo de ahogarse! ¡Espero que él todavía siga vivo!
De Phoenix fui llamado al noroeste para ser pastor asociado en una iglesia en Seattle, Washington. Allí también fui parte de la organización Hombres de Negocio del Evangelio Completo. A través de ellos, fui sanado del dolor debido a mi primera esposa. Y seguí progresando. Y entonces fui capaz de ministrar a algunos de ellos cuyas esposas habían muerto de modo que ellos podían confiar en el Espíritu Santo que los consolara como lo hizo conmigo. Y durante esos años, muchas palabras proféticas me han sido dadas y algunas se han cumplido. Algunas eran acerca de lo que me sucedió en el pasado, y algunas eran acerca de lo me estaría pasando en el futuro. ¡Es muy conveniente saber a dónde y por qué el Señor te lleva a través de algunas cosas!
Como intérprete, me fui a España y las Islas Canarias con un equipo de Hombres de Negocios del Evangelio Completo. Muchos milagros y sanidades sucedieron allá que era como vivir el libro de Los Hechos. Hubo veces que oramos por 100 o más personas en un sólo servicio en una iglesia. Desde pies planos hasta diferentes tipos de cáncer; del crecimiento de piernas a diversas liberaciones y mucho más, ¡mucha gente fue libre y sanada! Nuestro director Ken Lomax me mantenía a su lado en estos casos para ayudarle a orar por la gente e interpretando para él. Siendo un hombre de oración, ¡Dios lo usó poderosamente! ¡Cómo nos conocimos es una historia en sí misma! Y seguimos siendo amigos y hermanos en Cristo. Fuimos a nueve viajes en equipo a España y las Islas Canarias. En una ocasión, durante una cena con los Hombres de Negocios del Evangelio Completo en la Isla Gran Canaria de las Islas Canarias en España, escuchamos algunos grandes testimonios. Pero uno de ellos se ha fijado en mi memoria sobre cómo se debe ser tenaz y determinado en buscar la dirección del Espíritu Santo. Fue el testimonio de un pescador, dueño de un barco que necesitaba muchas reparaciones. El pertenecía a la iglesia de Paul Yongi Cho de Corea del Sur, y pescaba en las aguas de la costa del este de África. Pero necesitaba un barco más grande… después de un tiempo, ¡lo consiguió! El Señor le dio un lugar para pescar de donde, por las ventas de la pesca que obtuvo, ¡logró reunir el dinero en un tiempo récord de tres meses! El compartió su secreto en una manera que mostraba determinación. Él hizo esto con un simple plan: él tuvo que orar pidiendo un barco para pescar. Costaba $500,000. Su inglés no era muy claro, pero todos entendimos su énfasis cuando él dijo lo que se necesitaba hacer para recibir una respuesta, repitiéndonos muchas veces: “¡Orar! ¡Orar! ¡Orar!”
Cualquier cosa que el Señor Dios le llame a hacer, ¡hágalo con todas sus fuerzas, hasta más no poder!
Mire, Usted puede poner su confianza en el Señor, ¡El no puede mentir! El no es un hombre para mentirnos. ¿Confiará en El hoy con su vida y su alma? ¿Lo obedecerá simple y sinceramente? Oremos mucho, y con determinación, por la visión que Dios ha dado a cada uno de nosotros. Dios, ¡ayúdanos a lograrlo!
En cuanto a mí, a mis 76 años, el Señor todavía continúa trabajando en mí para progresar…